miércoles, 6 de octubre de 2010

RECUERDOS por Caupolicán

Recuerdo que una vez volé. Pese a lo que la gente cree, volar no es difícil. Sólo tienes que pensar que la gravedad no existe. Entonces irás sintiéndote cada vez más ligero; y cómo tu cuerpo pierde limitaciones; y cada paso que das se convierte en un gran salto con el que avanzas cuatro o cinco metros. Un día amanecí durmiendo en el techo, como un globo. Al verme, mi madre se asustó y me ató con un cordel a la cama. Pero yo no quería estar atado toda mi vida, así que corté el cordel y me escapé por la ventana. Aquello era maravilloso. Atravesaba las nubes, quedando en mi cara una agradable y dulce sensación de humedad. Poco a poco, mi piel se fue cubriendo de plumas grisáceas, y mi boca y mi nariz se juntaron hasta formar un pico. Comprendí que era un pájaro, pero no me importó porque quería seguir volando.

0 comentarios:

Publicar un comentario