miércoles, 6 de octubre de 2010

DAME ESTRELLAS O LIMONES por Firio

Cuando ella murió, el curso de los acontecimientos no se inmutó. Lo peor no fue su ausencia, sino que ninguna estrella cambió su órbita esa noche, y en la ciudad, empezaron a hacer obras para mejorar las alcantarillas. Desde ese día no pudo conciliar el sueño y me quedo noches sin vela observando las estrellas. Con el tiempo, he aprendido a contarlas, y he aprendido a contarlas y he encontrado una estrella que con solo mirarla soy capaz de soñar, de viajar a calles desiertas de Madagascar, de flotar por encima de la niebla del desierto de Gobi, de observar todos los colores posibles encerrados en ese minúsculo punto en el espacio. Lo más triste es que cuando el Sol se lleva ese punto maravilloso, donde está encerrado todo, yo olvido el lugar donde lo encontré, y todas las noches debo volver a buscarlo y empezar de nuevo. Nunca recuerdo si estaba en el cielo de Orión o en el de Casiopea. Incluso hay días que llego tan cansado a la noche, que creo no acordarme de esa estrella que me hace soñar, Ayer, en el día que hace tres años completos desde que ella se marchó, no me acordé de su nombre, ni del color del cual estaban hechos sus ojos

RELATO MÁS VALORADO EDICIÓN PRIMERA FASE

0 comentarios:

Publicar un comentario