miércoles, 6 de octubre de 2010

EL ESPEJO por Raskólnikov

Siento tener que matarte. Eres un gran amigo. Toda la vida hemos estado juntos, pero ya no mereces vivir. Será rápido, de verdad, no quiero hacerte sufrir. Todo podría haber salido bien, pero no tendrías que haberte enfadado tanto, tanto que casi matas a tu esposa. Ahora la policía te busca, y todo el mundo te toma por loco, pero tú no estás loco. Por eso voy a matarte, porque yo sé que estás cuerdo, y que, lo que hiciste, lo hiciste a conciencia.
Y tras decir estas palabras, disparó el revólver, llenando todo de gotitas rojas. Ya no había nadie en el espejo. Le había matado.

0 comentarios:

Publicar un comentario