miércoles, 13 de octubre de 2010

LA GRAN MANO en magazine +JOVEN LORCA

Pincha aqui para ver el magazine

Imprimir

miércoles, 6 de octubre de 2010

MI UNIVERSO "PARALELO" por Mario

Esperaba, esperaba paciente aunque con miedo a que me desabrocharas el primer botón de la camisa, el segundo, el tercero,… en el último ya me sentía mejor, aunque no sabía lo que estaba haciendo, me dije -Cómo ME gustas- pero los dos sabíamos que nuestro amor era materialmente imposible, nunca nadie vería que nosotros somos iguales, que nuestro sexo era el mismo que el de los demás. Poco importaba eso, tú seguías recorriendo mi cuerpo con besos que llegaban al sol, derritiéndose, cayendo sobre mí, creando un estado de confusión que nadie jamás podrá explicarme.
- Bésame, que nunca nos podremos volver a ver.-
Ven, Roberto, únete a mi universo paralelo, nuestro universo paralelo, el universo de Roberto y Mario, de Mario y Roberto, Roberto y Mario. Ven, nadie nos molestará ya más. Míralos, nos vuelven a mirar con caras raras, con caras raras nos vuelven a mirar. Ahora ya poco importa, ya podemos estar juntos, nadie podrá entrar en nuestro universo, a contaminar nuestra inocencia, A CONTAMINAR NUESTRO AMOR.

LES ENFANTS DE LÁDVERSITE por Banfield

al levantar la vista, quedó cegado por la luz del sol. observó a su alrededor, pero nada podía confirmarle dónde se encontraba. comenzó a andar con paso vacilante, pero al instante se derrumbó. en un sueño aparecía un chico que le recordó mucho a sí mismo: mientras esperaba el autobús, me quedé contemplando absorto a una chica que estaba sentada en in banco frente a mí. ¡qué mala suerte!, me dije, justo ahora que te encuentro he de hacer un viaje que me ausentará por varios años. al regresar volví a verla, estaba sentada en el mismo lugar, tan preciosa como la primera vez. me acerqué, entonces lo vi, vi que me miraba. ¡qué mala suerte!, pensé, te encuentro ahora, justo cuando me disponía a hacer un viaje y ausentarme por varios años. él dirigió la vista hacia mí por última vez y, tras esto, cayó de bruces al suelo.

EL ESPEJO por Raskólnikov

Siento tener que matarte. Eres un gran amigo. Toda la vida hemos estado juntos, pero ya no mereces vivir. Será rápido, de verdad, no quiero hacerte sufrir. Todo podría haber salido bien, pero no tendrías que haberte enfadado tanto, tanto que casi matas a tu esposa. Ahora la policía te busca, y todo el mundo te toma por loco, pero tú no estás loco. Por eso voy a matarte, porque yo sé que estás cuerdo, y que, lo que hiciste, lo hiciste a conciencia.
Y tras decir estas palabras, disparó el revólver, llenando todo de gotitas rojas. Ya no había nadie en el espejo. Le había matado.

EL PRIMER GOLPE por Banfield

tras pensar varias veces en la que le gustaría que fuese su muerte perfecta, se decidió por la que siempre prefirió, así que una noche llenó su cuarto con abundantes plantas, cerró puertas y ventanas, y se acostó. no quedó ni una sola partícula de oxígeno. y él comenzó su último viaje.

UN RELATO EN MEMORIA DE QUIÉN NO LO PUEDO LEER Por Adán (¿los perros también van al cielo?)

Se fue. ¿Hace tiempo? Exactamente no lo sé. No dijo adiós.
Se fue, ¿Sufrió? Seguro. Estas cosas no son fáciles para nadie.
Se fue. ¿Le viste? No, no le vi marchar, pero sé que nunca volverá.
Se fue. ¿Y tú, te irás? Tal vez, algún día. Estoy segura de que le volveré a ver.
Se fue. ¿Estás bien? No, para qué mentir. Ya lo sabes, no hagas preguntas tontas.
Se fue. No llores. Lo siento, no lo puedo evitar, sé que le veré, pero no sé cuándo.
Se fue. Tranquila. Él estará contigo siempre. Eso es lo que todos dicen, y yo lo quiero creer, pero no entiendo por qué de pequeña te dicen que ha ido al cielo y ahora me dicen que estará conmigo.
Se fue. Se fue y no volverá a mi casa, a mis brazos, a mis ojos, pero estará conmigo, estará en mi mente, ése será su cielo.

EN UN MINUTO por Sietemesino

En un minuto nos paramos y dejamos de hablar. Entonces empezó a llover, pero no nos movimos de donde estábamos. El tiempo seguía estancado en aquel minuto. Te miré fijamente a los ojos, y tú te diste cuenta. Tomé aire, y lo dije. Tus ojos empezaron a borrarse por las lágrimas, y yo aún no sabía si aquel era el minuto más feliz de mi vida.

En un minuto nos paramos y dejamos de hablar. Entonces empezó a llover, pero no nos movimos de donde estábamos. El tiempo seguía estancado en aquel minuto. Te miré fijamente a los ojos, y tú te diste cuenta. Te dije que te quería, pero no creí que aquello arreglara las cosas. Te estás alejando sin perderme de vista, mientras yo sigo parado en aquel maldito minuto,

En un minuto nos paramos y dejamos de hablar. Entonces empezó a llover, pero no nos movimos de donde estábamos. El tiempo seguía estancado en aquel minuto. Te miré fijamente a los ojos, y tú te diste cuenta. Me acerqué para decirte algo al oído y te rocé suavemente con mi mejilla. Nos besamos mientras las gotas de lluvia fina inundaban nuestro pelo y yo vivía aquel minuto como el más feliz de mi vida.

SI LO MEZCLAS CON AZUL por Las Ganas de Conocerte

Cuando yo era pequeño, me pidieron en la escuela, que dibujara en un papel blanco lo que yo quería ser de mayor. Como lo único que tenía claro era que quería conocerte, me dibujé sin trabajar, con una larga melena, y con el rostro feliz. De alargar mi mano apareciste tú, bella como siempre te he imaginado y con el cabello color de plata. Nos dibujé lejos, en una isla desierta, para que nadie pudiera encontrarnos. Con sus palmeras, con su arena más fina que el agua que nos rodeaba y con algún que otro animal exótico. Uno de ellos, más bien parecía un monstruo, y antes de que pudiera borrarlo con mi goma de nata, ya se había comido todo mi futuro.

RECUERDOS por Caupolicán

Recuerdo que una vez volé. Pese a lo que la gente cree, volar no es difícil. Sólo tienes que pensar que la gravedad no existe. Entonces irás sintiéndote cada vez más ligero; y cómo tu cuerpo pierde limitaciones; y cada paso que das se convierte en un gran salto con el que avanzas cuatro o cinco metros. Un día amanecí durmiendo en el techo, como un globo. Al verme, mi madre se asustó y me ató con un cordel a la cama. Pero yo no quería estar atado toda mi vida, así que corté el cordel y me escapé por la ventana. Aquello era maravilloso. Atravesaba las nubes, quedando en mi cara una agradable y dulce sensación de humedad. Poco a poco, mi piel se fue cubriendo de plumas grisáceas, y mi boca y mi nariz se juntaron hasta formar un pico. Comprendí que era un pájaro, pero no me importó porque quería seguir volando.

RAYO DE LUNA por Enekue

Era una noche calurosa de agosto, pasado el día de la Asunción de la Virgen. La luna brillaba con toda su fuerza y alumbraba oscuros senderos del bosque. El viento golpeaba con fuerza las hojas de los árboles, al igual que el mar lo hacía en las rocas del acantilado. Las calles estaban desiertas y parecía que las sombras se paseaban por la ciudad huyendo del día.
Aunque era de madrugada, los perros ladraban y aullaban como nunca lo habían hecho. Parecía que quisieran advertir de alguna catástrofe próxima a toda la población.
La fiesta se había celebrado en la “Venta de la Asunción”. Como todos los años, por la carretera del cementerio bajaba una procesión para llevar flores a los difuntos y rezar por sus almas.
El pueblo parecía más numeroso esa noche. Una leyenda contaba que esa misma noche los muertos abandonaban sus lechos para conversar en cuerpos de extraños con sus familiares.
Todo transcurría en el silencio más sepulcral que jamás se haya oído. De repente, un ruido distrajo los pensamientos y las oraciones silenciosas de la gente. Alguien se había desplomado. Nadie conocía a aquel muchacho. Un rayo de luna le alumbraba el pecho. Una nube de densa niebla salió del cuerpo y ascendió por la luz sepulcral del rayo de luna.
Aquella alma errante no había reconocido a ninguno de sus familiares. 

ME ENVENENO DE AZULES por Otto:*

Enfermedad azul. Malformación del corazón y de los vasos que produce en la piel una coloración azul por insuficiencia de oxigenación en la sangre.

Azul celeste. Nací príncipe. Pero mi sangre nunca llegó a coronarme rey.
Azul de cobalto. Había días en que miraba hacia arriba y todo era un enorme espejo.
Azul marino. Me confundí en el mar. La gente nadaba por mi cuerpo.
Azul de Prusia. Me perdí en sus ojos. La miré tan intensamente que jamás pude escapar de ellos.
Azul turquí. Me transformé en noche, y la noche se transformó en mí.
Shhhhhhh, no te asustes, soy yo.

DAME ESTRELLAS O LIMONES por Firio

Cuando ella murió, el curso de los acontecimientos no se inmutó. Lo peor no fue su ausencia, sino que ninguna estrella cambió su órbita esa noche, y en la ciudad, empezaron a hacer obras para mejorar las alcantarillas. Desde ese día no pudo conciliar el sueño y me quedo noches sin vela observando las estrellas. Con el tiempo, he aprendido a contarlas, y he aprendido a contarlas y he encontrado una estrella que con solo mirarla soy capaz de soñar, de viajar a calles desiertas de Madagascar, de flotar por encima de la niebla del desierto de Gobi, de observar todos los colores posibles encerrados en ese minúsculo punto en el espacio. Lo más triste es que cuando el Sol se lleva ese punto maravilloso, donde está encerrado todo, yo olvido el lugar donde lo encontré, y todas las noches debo volver a buscarlo y empezar de nuevo. Nunca recuerdo si estaba en el cielo de Orión o en el de Casiopea. Incluso hay días que llego tan cansado a la noche, que creo no acordarme de esa estrella que me hace soñar, Ayer, en el día que hace tres años completos desde que ella se marchó, no me acordé de su nombre, ni del color del cual estaban hechos sus ojos

RELATO MÁS VALORADO EDICIÓN PRIMERA FASE