viernes, 5 de noviembre de 2010

EL DÍA EN QUE LA MÚSICA MURIÓ Y YO, LLEGABA TARDE por cortodecafe

Volvió a pasar el mismo día que Don McLean cumplía años, -mientras sonaba su música- me había vuelto a quedar dormido, de hecho fue aquella canción la que me había despertado. Todo seguía oscuro.

- cuánto tiempo llevo durmiendo? parece que han pasado por lo menos diecinueve horas. A ver que me invento esta vez!

Saqué la libreta de las excusas:

-A ver... “mi perro se comió el despertador”, “llegaron testigos de Jehová vendiéndome un salvavidas a medida para mi alma”, “se fue la luz”, “he estado vomitando toda la noche por culpa de un virus de veinticuatro horas (a veces me pregunto si realmente existen, o es que a la gente les da vergüenza reconocer que no saben reconocer unas migas mal cocidas),...”

Esto es lo típico, nada nuevo y nada convincente. Al mismo tiempo mire mi muñeca y, sorpresa! que susto! Entonces pensé, que lo mejor será, que anote en mi libreta que la próxima vez que llegue el otoño me acuerde de retrasar el reloj.

-Hasta dentro de una hora...

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