martes, 9 de noviembre de 2010

CONSUSTANCIAL por Memento

Lo primero en desaparecer fueron esos horribles calcetines de vaca que ella detestaba. Después le siguieron los tres pares de botas de montaña, los libros que nunca había leído y la caja donde guardaba sus cosas queridas. Su rostro se borró de las fotos de los viajes que juntos habían hecho a Paris, a Berlín. Los documentos personales, la almohada de viaje y una enorme maleta con todas sus pertenencias,  fueron lo último en irse, y dejarla allí,      sola        , junto al silencio que había provocado ese último viaje.
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