viernes, 18 de febrero de 2011

SU BIBLIOTECA por Lunar

Él me enseñó un día que las bibliotecas no tenían qué ser grandes y altas, y tener  infinitas estanterías repletas de libros y libros en una enorme sala. Cualquier pequeño espacio valía para tal fin. Un escritorio, una mesita de noche o incluso un revistero del cuarto de baño. Su biblioteca consistía en diez libros, que cuando terminaba de leer cambiaba por completo entre sus seres queridos. Y un día desapareció, siendo probablemente la persona que más libros leyó y compartió en la vida y yo, que todavía conservó uno de esos diez libros, escribo este texto en la primera hoja del mismo, para que cuando lo cambie y cambie, pueda trasmitir una de las cosas más bonitas que existe.

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