miércoles, 9 de febrero de 2011

MARIPOSAS por Anonimísimo

Dibujando mariposas con los dedos sobre tu cuerpo, así es como quiero despertar cada mañana.

El poder magnético de la cama se multiplica contigo. Me gusta sentirte, intuir tu escalofrío al respirar, escuchar esa leve sonrisa camuflada como respuesta a mi respirar sobre tu espalda. Me encanta tu olor a ciegas. Juego a olerte con los ojos cerrados, e imaginarte tal y como eres. Y los minutos no pasan. Podría estar así horas.

Ya me he acostumbrado al exceso de luz que se asoma por la ventana, por lo que los motivos para levantarme van en recesión. El calor es sofocante, pero no me importa. Tu calor no es como el de otros, es un calor frágil, bonito, es adictivo.

A veces me encantaría ponerlo en bolsitas para llevarlo conmigo los días de frío que no estas. Y entonces sacar una bolsita de calor, un susurro de tu olor, un par de respirares y un centenar de tus sonrisas furtivas; y así, con todo, ponerme a dibujar de nuevo mariposas con los dedos.  

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